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domingo, 10 de abril de 2011

Sexo, plátanos y parásitos

No es un experimento, pero es interesante.
¿Porque apareció el sexo? ¿Que tiene de malo la reproducción sin sexo?
En realidad, la pregunta es más complicada de lo que parece y solo en los últimos años han aparecido respuestas convincentes. Curiosamente el plátano es un buen ejemplo de los problemas que puede causar una reproducción asexuada.


La reproducción sin sexo se denomina partenogénesis y tiene ciertas ventajas. Para empezar, ahorra el esfuerzo y el riesgo de buscar pareja.  
Cada descendiente es idéntico a su progenitora lo que es muy bueno si estás bien adaptado a tu ambiente.  Como ejemplo, tendríamos a los pulgones. Cuando el ambiente les es favorable y hay alimentos en abundancia se multiplican mediante cientos y miles de clones que aprovechan todos los recursos disponibles . Después de todo, ¿para que cambiar algo que funciona? La táctica no es tan rara porque la partenogénesis es utilizada de forma habitual o esporádica por insectos, crustáceos, anfibios o reptiles. Aún así sigue siendo muy minoritaria por lo  que hay que platearse de nuevo, ¿cual es la ventaja que compensa el esfuerzo y enorme gasto de recursos que implica buscar una pareja?


El plátano, una fruta que consumimos habitualmente, tiene parte de la respuesta. La variedad más popular es conocida como Cavendish y no tiene nada de natural. Se originó por la fecundación cruzada de dos plantas, la  Musa Acuminata  y la Musa balbisiana   que dar lugar a un híbrido estéril. Todos los plátanos que consumimos vienen de unos pocos clones con la mejor mezcla de sabor y textura que hemos podido conseguir. Sin embargo, la variedad actual no fue el primer intento. Hasta 1950 los plátanos consumidos habitualmente pertenecían a la variedad “Gros Michel”. Se cultivaban de mismo modo que los actuales y también eran clones. Por eso, una variedad especialmente agresiva de un hongo se extendió en muy pocos años arrasando todos los cultivos de “Gros Michel”  y provocando su casi completa extinción. Actualmente es posible que suceda lo mismo con la variedad actual, la conocida “Cavendish”, que está siendo atacada por la llamada Sikatoga negra, una enfermedad provocaba por otro hongo.


platanos clonados


Y esto nos lleva a una de las grandes ventajas del sexo. La variedad de los individuos resultantes hace muy difícil que una enfermedad o parásito tengan la capacidad de acabar con todo los individuos de una especie. 
La mejora continua mediante la mezcla de genes da como resultado que una especie, es su conjunto, sea mucho más resistente, flexible y con más éxito.


La mayor variedad genética, y la resistencia contra parásitos y enfermedades que genera, no es la única ventaja y tampoco la única justificación propuesta para la aparición de la reproducción sexual. Las hipótesis alternativas  incluyen la aceleración de la evolución o la eliminación de material genético dañado o defectuoso. Por ahora no hay respuestas definitivas aunque nadie duda de que es un campo apasionante.