• Sitúa el anemómetro en un lugar despejado y pinta de color uno de los tres
vasos. Sitúate con un cronómetro junto al anemómetro en un punto que
no obstaculice el viento.
• Cuando sople el viento, hará girar el aparato. Cuenta las veces que el vaso
coloreado pasa por el mismo punto en 10 segundos. Si multiplicas por 6 el
resultado, tendrás las vueltas por minuto que da el aparato. Esa unidad
(vueltas por minuto) servirá para medir la velocidad del viento.