Material
- Cámara de fotos
- Una habitación con poca luz
- Un gato o perro
- una persona
- Una cámara sin corrección de ojos rojos.
Procedimiento
Necesitaremos paciencia, trabajar con animales no siempre es fácil.
Observamos los ojos del gato o perro y comprobamos que brillan
A continuación dispararemos una foto a un compañero y a un gato o perro hasta conseguir una foto en la que los sujetos estén mirando en dirección a la cámara.
Si es necesario realizar varias fotos esperaremos un tiempo para que se abran las pupilas (pues con el disparo del primer flash se cierran).
Explicación
Cuando hay poca luz nuestras pupilas están dilatadas para que entre más luz. Cuando se dispara el flash, la luz pasa a través de la pupila dilatada, y se refleja en los vasos sanguíneos situados detrás de la retina dentro del ojo. Ésta es reflejada de nuevo en dirección a la cámara en forma de un punto rojo.
Sin embargo algunos animales como los gatos y los perros tienen una membrana "Tapetum lucidum (alfombra brillante)" que favorecen la visión nocturna porque que refleja de nuevo la luz hacia las células de la retina, como si se tratara de un espejo. El color de esta membrana es variable en cada animal verde, azulado y determinará el color que aparecerá en las fotos. El de los perros de caza negros, por ejemplo, suele ser verde; el del cocker rojizo, amarillo; el de los cachorros, azul; y el de los huskys puede carecer de pigmento y salen rojos.
Gracias al tapetum en la penumbra, los ojos del gato captan la más leve cantidad de luz que puedan percibir. De ahí que su visión nocturna sea extraordinaria y que sus ojos sean tan brillantes al reflejar la luz en la noche.