Material:
- Un chorro de agua.
- Una hoja de acetato, o bolígrafo, un globo, corcho blanco, peine, etc.
- Un trozo de tela (mejor lana o franela) o el pelo limpio Procedimiento:
Abrimos el grifo de agua de modo que salga un chorro muy fino y continuo.
Colocamos una hoja acetato sobre una mesa y la frotamos con el trozo de tela (o frotamos un globo sobre nuestro cabello limpio).
Levantamos la hoja de acetato cogiéndola por los extremos y acércala al chorro pero sin tocar el agua. O acercamos el globo al chorrito de agua sin tocarlo.
¿Que sucede?
El chorrito de agua se desvía atraído por la hoja de acetato o el globo.
Abrimos el grifo de agua de modo que salga un chorro muy fino y continuo.
Colocamos una hoja acetato sobre una mesa y la frotamos con el trozo de tela (o frotamos un globo sobre nuestro cabello limpio).
Levantamos la hoja de acetato cogiéndola por los extremos y acércala al chorro pero sin tocar el agua. O acercamos el globo al chorrito de agua sin tocarlo.
¿Que sucede?
El chorrito de agua se desvía atraído por la hoja de acetato o el globo.
Explicación:
Al frotar la hoja de acetato con el trozo de tela queda cargada de electricidad estática y, al aproximarla al chorro de agua, las fuerzas eléctricas entre las cargas que están sobre la hoja y las moléculas de agua producen la desviación del chorrito.
Al frotar la hoja de acetato con el trozo de tela queda cargada de electricidad estática y, al aproximarla al chorro de agua, las fuerzas eléctricas entre las cargas que están sobre la hoja y las moléculas de agua producen la desviación del chorrito.