El pan ha sido un alimento que ha acompañado al hombre desde sus inicios, detrás de su agradable olor y maravillosos sabor, se esconde una ciencia milenaria.
El pan es una mezcla de elementos muy básicos: harina, levadura, azúcar, agua y aceite, que al combinarlos cambian completamente su estructura.
1. La harina: La harina puede obtenerse de multitud de vegetales y granos, la más tradicional es de trigo, pero hay harinas de otros granos e incluso de otros vegetales como la papa o patata.
2. El aceite: Es grasa extraída ya sea de los animales como la mantequilla o la manteca o de algunos vegetales como el maíz, la soja o las olivas (aceitunas).
3. El azúcar: El azúcar tradicional se produce de la caña, pero puede usarse también la miel de abeja.
4. La levadura: La levadura es un hongo que al entrar en contacto con el agua tibia se activa y crece, estos hongos se alimentan de azúcar y al multiplicarse y crecer dar la textura esponjosa al pan.
Material
- 1 o 2 cucharadas de levadura seca
- 1 cucharadita de miel de abeja
- 2 tazas de agua tibia
- 1/3 de taza de miel de abeja
- 1/3 de taza de aceite vegetal
- 1 cucharadita de sal
- 6 tazas de harina integral ( se puede combinar con harina blanca)
Mezclar en un recipiente pequeño la levadura con 1 cucharadita de miel y ½ taza de agua tibia y dejarla reposar hasta que se vea esponjosa.
Se mezcla el resto del agua, el aceite, la miel y la sal en un recipiente grande.
Se agregan 3 tazas de harina y la levadura y se comienza a amasar agregándole lentamente más harina, hasta que puede transferirse a la mesa.
Espolvoreamos suficiente harina sobre la mesa y allí la amasamos, estiramos, golpeamos (actividad favorita de los niños) por unos 10 minutos hasta que esté muy elástica.
La colocamos luego en un recipiente engrasado para que la masa doble su tamaño (1 hora) y la dividimos en dos, colocamos la masa en moldes engrasados y la dejamos crecer nuevamente por 1 hora más.
Horneamos en horno precalentado a 350 grados por 20 minutos.