Materiales
- un espejo
- una lámpara
- una habitación con ventanas cerradas o
- un compañero preferiblemente con ojos claros
- una ventana con persiana
Procedimiento
Cerramos la persiana de la habitación dejando una pequeña rendija y nos situamos delante de un espejo.
Encendemos la lámpara y la colocamos a un lado y observamos en el espejo el tamaño de nuestras pupilas.
¿Qué sucede?
Cuando la luz es intensa las pupilas son pequeñas y cuando disminuye la luz, nuestras pupilas se dilatan.
Puedes hacer un experimento similar fijándote en las pupilas de un compañero (mejor de ojos claros) y abriendo y cerrando rápidamente una persiana.
¿Qué sucede?
Sus pupilas se contraen y dilatan dependiendo de la luz, esta dilatación se aprecia mejor en los ojos claros .
Explicación
Para que nuestro ojo funcione necesita luz, si la luz es escasa, la pupila se dilata, para que entre más luz; pero si la luz es excesiva para evitar daños en el ojo la pupila se contrae.