Fuente: Curioso pero inútil CPI
¿Por qué se condensa el agua en los espejos al ducharnos?
¿por que no se condensa el agua en algunos cristales de gafas y en otros si?.
Cuando ponemos una ducha calentita, el agua que sale caliente se evapora en parte (recordemos que no es lo mismo evaporarse que hervir). Sabemos también que cuanto más caliente está un líquido más se evapora, y que la cantidad de vapor de agua que puede haber en el aire depende de su temperatura. Así que tenemos una ducha caliente que está soltando agua y vapor. Si el baño está cerrado, el vapor se empieza a acumular dentro hasta que alcanza el punto de saturación, en el que no pude haber más vapor disuelto en el aire. En ese momento, el vapor empieza a condensar en pequeñas gotitas, tanto en el aire como en las paredes y el espejo. Recordemos que el vapor de agua es transparente, como el aire. Cuando entramos en un baño en el que se acaba de usar la ducha y vemos una niebla tipo Londres, lo que vemos no es el vapor de agua, sino multitud de pequeñas gotitas de agua líquida que han condensado. Y haciendo memoria descubrirán que cuando el espejo está empañado las paredes también suelen estarlo, aunque se nota menos. Lo mismo ocurre cuando echamos nuestro aliento húmedo a los cristales de unas gafas, ya sean de ver o de buceo. Nuestro aliento contiene vapor de agua que condensa al tocar los cristales más fríos. Recuerdo a mi dentista calentando espéculo para que al metermelo en la boca no se empañara. Si el espejito del dentista está más caliente que el aire con vapor que le echamos, no se empañará.
Así que tenemos ya la condensación. Ahora nos falta un dato fundamental, y es que hay dos maneras principales de condensación: en pequeñas gotitas y en forma de película, pero no de película de cine, sino de fina lámina de líquido. Según el tipo de material y otros factores, el agua tiende a formar pequeñas esferas al condensarse sobre él o, por el contrario, se puede depositar en una fina película. Normalmente, en los materiales más porosos se forman gotitas, mientras que en materiales mejor pulidos se forma película. También influye la capilaridad. En superficies que atraigan poco a las moléculas de agua, cuando ésta se condense formará gotitas esféricas y compactas, que permanecerán aisladas hasta que haya muchas. Si en cambio la superficie del material atrae mucho a las moléculas de agua, cada gotita que se vaya formando tiende a aplanarse y en cuanto hay unas pocas se juntan y forman una película. Puede apreciarse claramente cómo la condensación en forma de película (laminar) no impide ver bien el material, mientras que las diminutas gotitas sí.
Y aquí llegamos al busilis de la cuestión: cuando el agua forma gotitas, éstas dispersan la luz y decimos que el cristal o espejo está empañado, porque la luz que llega sale despedida en todas direcciones. Si, en cambio, lo que hay sobre el espejo o cristal es una fina película de agua, no notamos cambios en la luz que llega y sale despedida. Seguimos viéndonos en el espejo o seguimos viendo a través del cristal:
Las gafas con tratamiento antivaho llevan un recubrimiento que hace que el agua “se aplane” sobre ellas, de forma que aunque se condensa agua sobre ellas lo hace en forma de película y podemos seguir viendo. El mismo efecto tiene la saliva sobre el interior de las gafas de buceo. Con un pequeño cambio en la superficie del vidrio podemos conseguir seguir viendo, ahí es nada.