En este sencillo experimento, se aplican las leyes de Maxwell del electromagnetismo, la ley de Faraday , la ley de Lenz y además la Leyes de Newton de la dinámica.
Al bajar el imán por el plano inclinado, en contacto con el metal, se produce una variación “local” en el campo magnético que “crea” un campo eléctrico en el metal que “genera” una corriente eléctrica inducida en el metal.
Esta corriente eléctrica inducida “crea” un campo magnético que produce una fuerza magnética que actúa sobre el imán que cae y se “opone” al movimiento del imán y, por tanto lo frena.
El valor de la fuerza magnética que actúa sobre el imán es proporcional a la velocidad de caída del mismo, por tanto, llega un momento en el que se alcanza el equilibrio dinámico entre la fuerza que hace que el imán baje y las fuerzas que se “oponen”. Llegado a este punto el imán baja con movimiento uniforme.